El griego se considera la lengua más antigua y con mayor tradición escrita de las lenguas occidentales. Esto hace que se convierta en objeto de especial interés a la hora de plantearse los motivos de su considerable relevancia en el mundo de la traducción y la interpretación. No estamos hablando, por tanto, de una lengua más, dada su singular importancia histórica. El griego forma parte de la raíz etimológica de los idiomas de occidente y de los eslavos. La Antigua Grecia supone uno de los pilares básicos del pensamiento y de la cultura occidental. El motivo es que ha generado fundamentos filosóficos que han determinado decisivamente la lógica del razonamiento.

EL GRIEGO EN LA HISTORIA

Este impresionante legado de historia y de cultura convierte al país heleno en un destino imprescindible para el viajero que desea encontrarse con los orígenes del mundo que ha dado forma a la cultura occidental y sumergirse en las profundidades de la historia para comprender mejor tantos siglos de intensa producción intelectual y artística.

EL GRIEGO EN LA ACTUALIDAD

Pero el valor de la lengua griega no queda únicamente relegado a su inmensa relevancia histórica. En la actualidad, ha evolucionado convirtiéndose en la cuna de premios Nobel como Elitis y Seferis, el cineasta de renombre Elia Kazan o el doctor Papanicolau, autor del test ginecológico para la detección precoz del cáncer.

EL GRIEGO Y LA TRADUCCIÓN

Con pocos países como con Grecia y con la lengua griega, queda demostrado de manera tan contundente su protagonismo histórico. Lo mismo sucede con su vasto legado artístico y la impresionante herencia humanística que han legado a la humanidad. Por tanto, para la traducción y la interpretación es de gran interés y relevancia como lengua. No solo permite trasladar esta experiencia al mundo occidental. También a otros países y culturas. Países y culturas forjados con diferente matriz intelectual y que se expresan con diversa sensibilidad artística. Con ellos no solo puede establecer un diálogo fructífero, sino también aportar un notable enriquecimiento.