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Bélgica, cuyo nombre oficial es Reino de Bélgica, es un país del continente europeo fundado en el año 1830 que actualmente cuenta con 11 549 888 habitantes. Es uno de los veintisiete estados soberanos de la Unión Europea. Su capital, Bruselas, es la sede de la mayor parte de las instituciones europeas. Es un país multilingüe, pues tiene tres idiomas oficiales: el francés, el neerlandés y el alemán.

Con una superficie total de 30 688 km², Bélgica se encuentra en el noroeste del continente europeo. Limita al norte con los Países Bajos y el mar del Norte, al sur y suroeste con Francia y al este con Alemania y Luxemburgo. Es un estado federal dividido en diez provincias, tres comunidades lingüísticas y tres regiones. En cuanto a las comunidades lingüísticas, encontramos: la comunidad flamenca, la comunidad francesa y la comunidad alemana.
La comunidad flamenca se encuentra en la región de Flandes y la ciudad de Bruselas, y se estima que un 58 % de la población pertenece a este grupo; el 42 % de la población pertenece a la comunidad francesa, situada en Valonia y Bruselas (región bilingüe y compartida por estas dos comunidades), y la comunidad alemana se localiza al este del país, en la frontera con Alemania, en la provincia de Lieja, y pertenece a ella menos del 1 % del total de la población. Las regiones coinciden en gran parte con las comunidades lingüísticas: la Región Valona, a la que pertenecen cinco provincias e incluye las comunidades francesa y alemana; la Región Flamenca, a la que pertenecen las otras cinco provincias, y la Región de Bruselas-Capital, compuesta únicamente por la ciudad de Bruselas.

POLÍTICA Y ECONOMÍA DE BÉLGICA

En el plano político, Bélgica es una monarquía constitucional federal que cuenta con un rey, cuya función es ser jefe de Estado, y un primer ministro, que es el jefe del Gobierno. La norma suprema del derecho belga es la Constitución, pero solo en el derecho belga interno, ya que en 1971 se afirmó la supremacía de las normas de derecho internacional y supranacionales sobre las de derecho interno. Por eso, si un reglamento de la UE y la Constitución entran en conflicto, prevalece el reglamento de la Unión Europea.

En cuanto a la política exterior, en Bruselas se encuentra también la sede de la OTAN, institución de la que Bélgica es miembro. Además, aboga por que los países de la UE que forman parte de la OTAN coordinen sus posiciones. También es miembro activo de las Naciones Unidas y, como antigua potencia colonial, muestra especial sensibilidad hacia las cuestiones de África. Especialmente hacia los países que formaron parte de su imperio: el Congo Belga, Ruanda y Burundi.

En lo que respecta a la economía, el sector primario representa un porcentaje muy pequeño del PIB del país. El sector secundario representa un 20 % y el terciario un 79,7 %. En el sector secundario, destacan las ramas de la química, la metalurgia y materiales de transporte. La industria se concentra principalmente en la región de Flandes y la manufacturera es uno de los sectores más importantes. El sector terciario es el más importante de la economía belga y emplea a cerca del 80 % de la población.

TURISMO Y CULTURA

En 2018 se produjo un aumento del turismo hacia el país, lo que hizo que se posicionara en el segundo puesto de crecimiento de popularidad turística en la UE, por detrás de Letonia. Esto no es de extrañar, puesto que es un país con una cultura muy rica, desde su gastronomía o sus artistas, hasta sus impresionantes ciudades medievales como Brujas, Gante o Amberes. Bélgica es conocido por el chocolate, la cerveza, los gofres y las patatas fritas con mayonesa; de hecho, las patatas fritas son un alimento extremadamente popular. Uno de sus platos más conocidos y más extravagantes son las patatas fritas con mejillones.

Bélgica también destaca en la pintura, con nombres como Jan van Eyck, autor del retablo La adoración del cordero místico o Peter Paul Rubens, autor de El descendimiento de la cruz o Sansón y Dalila. Además, en Bélgica podemos encontrar varios lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como el centro histórico de Brujas o La Grand-Place de Bruselas.

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